PelandusKa

PelandusKa
El blog de mi escarabajo pelotero

lunes, 14 de mayo de 2007

Domingo de cambios (y II)

Día +144. Kilómetros = 8.560
Sábado. Segundo día de ruta. Más kilómetros y más complicados. Con artillera en la chepa y varios kilómetros por fuera de lo negro... e incluso de lo marrón.. algo inaudito, jeje.

La idea era salir sobre las 10 de la mañana y tirar directamente hacia Solsona para, primero, ir a la tienda Motocard que hay en las afueras del pueblo, y marchar, después, en busca de piedras, ermitas, castillos, dólmenes de la zona.

Mi amiga Mariona y yo alcanzamos Solsona después de hora y pico de ruta por la A-2 (y algo de ruteo de ese que te pierdes por Cervera). Cafecito de rigor y de frente a la tienda. Chasco, ya que a pesar de ser la sede central de Motocard es una minitienda (es más bien el almacén de la zona con un miniescaparate y poco más que contar).

No logré ver nada que me interesara (andaba buscando una chaqueta de verano pero me da que como no suba a Andorra me quedo con las ganas). Quizás este fin de semana me animo a hacer algo.



Al salir de la tienda, nos dirigimos a un pequeñito pueblo que se llama Olius, en el cual hay una ermita y un cementerio edificado en 1915 o 1916 muy al estilo Gaudí. Allí, entramos en la capilla e hicimos unas cuantas fotos para el deleite del personal. Gracias a que mi cámara digital no es una maravilla no se pueden observar los pocos detalles bonitos que tenía este templo. También por falta de ganas y que no me gusta tirar fotos allí, pasamos bastante rápido por el cementerio que he citado antes.






Una vez lejos de Olius, quisimos ir a un sitio que se llamaba Llobera, en el cual se supone que había un dólmen. Pero claro nuest
ros mapas y las demás indicaciones de carretera no querían que llegáramos hasta ese punto. En sus sustitución fuimos a un semi castillo (en realidad era un torreón derruido), de un sitio que se llamaba Castellvell. Pues nada, ahí tampoco saqué fotos.

Nos marchamos ya casi en la hora de comer buscando ese maldito dólmen y nos perdimos por esas intrincadas carreteras que hay pero sin ningún resultado positivo... más bien negativo ya que cada vez encontrábamos peor terreno hasta que hicimos algo de off road sobre suelo de gravilla (en 1ª y a paso de caracol)

Saliendo rápido de esas trampas de grava, en vez de volver a Solsona, decidí tirar pa' lante como los valientes, sin que mi artillera me rechistara... o confiaba en mí o pasaba de decir nada no fuera a dejarla sola ahí (jajaja).

La verdad es que el camino era bonito pero ya estabamos bastante cansados y aún no habíamos comido. Por lo tanto, tenía decidido que en cuanto llegáramos a un pueblo buscaríamos aunque fuera una mala tasca para picar algo...

Y ese pueblo llegó. Creo que se llamaba
Sanaüja. No encontrábamos un triste restaurante, una triste posada, solo un bar donde todo el mundo estaba callado... hasta que llegamos nosotros... Vaya garganta tienen los jubilados de ese pueblo... y qué falta de oído... para un triste bocata (por llamarlo de alguna manera) de longaniza, yo, y de queso, ella.

Tras descansar un poquito cogimos rumbo a Cervera para coger la A-2 y para casita.... Fue un sábado con muchos kilómetros a cuestas.


No hay comentarios: