PelandusKa

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El blog de mi escarabajo pelotero

viernes, 5 de octubre de 2007

Una de cascos

Día +288. Kilómetros = 19.860
La elección de un casco es una tarea que no debe tomarse a la ligera. Ya sea por el gusto, por el precio y por supuesto si queda cómodo en ruta. Pues bien, a pesar de que estuve dudando durante mucho tiempo qué casco comprar para sustituir a mi viejo (Dos años de uso intenso) NZI, no acerté a la primera en mi elección.


La cosa andaba primero en si me pillaba un integral o me aventuraba en el mundo de los modulares. Si hacía lo segundo la duda estaba entre SHOEI, Nolan y Schuberth. Si elegía seguir con un integral, lo tenía más chungo, bueno no, el precio determinaría la compra.

Primero probé los modulares. Ante todo he de reconocer que no me probé el Nolan N102 por lo que no haré justicia de las bondades de este casco. Lo que sí hice (o por lo menos intenté) fue probar el SHOEI Multitec pero nada más ponérmelo ya lo descarte ya que no té la desagradable sensación de notar que la barbilla pegaba con la mentonera. Esto también me ocurrió con el integral de la misma marca que probé (XR1000 negro mate de la muerte).

Los candidatos iban cayendo. El Nolan no lo probé porque, aunque dicen maravillas de él, no me gusta que el visor solar esté por encima del visor normal (y eso que el SHOEI no lleva y si lo probé... racista que es uno).

Entonces, estando en Andorra y tras probarme los SHOEI en Motocard me fui a la tienda oficial Schuberth que hay en el principado, se llama 100% Equip moto y está pegando con la de AMR. Allí tuve la suerte o la desgracia de contar con una vendedora con ganas de hacer su trabajo, por lo que me atendió a las mil maravillas. Allí si no me probé seis casos no me probé ninguno. Lo malo es que me sacó el integral S1 el cual es precioso, con un sistema doble de almohadillado para el cuello/cervicales, del cual me aseguraron que cedería un pelín por lo que no debía preocuparme por las molestias al sacármelo (talla XXL todo hay que decirlo).


Pues bien, allí me probé varios S1, R1 (parecido al S1 pero con solo una protección cervical) y varios C2. Finalmente salí de la tienda 370 euros más pobres pero con un flamante Schuberth integral S1. La cosa pintaba bien porque era un buen casco para hacer los miles de kilómetros que tenía previstos hacer durante mis vacaciones.

Sin embargo, dos días antes de coger carretera y manta estuve haciendo pruebas en casa con el casco. Si ponérmelo ya era algo parecido a un suplicio, quitármelo era ya propio de Torquemada. Me hice hasta unas pequeñas llagas en las orejas al tratar de sacarme el casco. Entra tan justo el jodío que sacarlo es todo un suplicio.

Así que, lamentandome de mi mala suerte, fui a toda prisa a hacia Andorra para devolverlo y cambiarlo por el C2 el cual no me convencía mucho porque me hacía sentir como la hormiga atómica más que nada...


Mi mala suerte empezó al acabarse los C2 negros mate como yo quería. Solo quedaban en gris antracita y en gris plata. Como siempre voy de negro decidí que no sería mala idea hacer un cambio de tono para mi cabeza (además de la seguridad de que se me viese desde lejos), por lo que cogí el gris plata.

En un principio notaba como que me quedaba grande, un poco de holgura, que puede que se solucione una vez me aya creciendo el pelo ya que a principios de septiembre iba con la crin cortita.

Hasta aquí os he relatado mis vivencias en la búsqueda de un casco, en otra entrada os comentaré mis otros problemas con los Schuberth, especialmente con el famoso sistema antivaho que llevan.

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